Opinión
Luz de luna
27/05/2021
Luz de luna
Desde tiempos inmemoriales la luna ha causado una fascinación especial en las personas, la naturaleza se ha movido por sus fluctuaciones: mareas, manadas y animales vibran a su merced, rockeros y poetas han escrito gestas invocando su nombre.

Está lleno de mitos y leyendas sobre el impacto que ejerce en el devenir de la historia, Cristo murió un viernes de luna llena, hay citas en documentos históricos sobre la influencia que este astro tan cercano tendría en el devenir de la humanidad. Pero el eclipse total de luna - llamado luna de sangre - ha sido más bien fuente de temor y asombro en nuestros ancestros. Aunque hoy entendemos las circunstancias astronómicas que causan este peculiar fenómeno, para muchas culturas representa el fin de un ciclo y el comienzo de otro, en donde un gran maestro o iluminado anuncia un nuevo camino de liberación que permite a la humanidad avanzar en su proceso evolutivo.


Estamos en período de profundos cambios que han sido acelerados e incluso obligados a raíz de las crisis que hemos venido experimentando en el país y en el mundo durante los últimos dos años, donde la humanidad en su conjunto está sufriendo los efectos de la pandemia, la crisis medio ambiental, política y sanitaria. Cuando nos ilumina una luna roja, que nos invita a detenernos y observar el cielo del amanecer, creo que no es el momento de entrar en pánico, sino de reflexionar para vislumbrar hacia dónde vamos, cómo podemos llegar hacia ese destino,  qué es lo que debemos dejar atrás y qué cosas nuevas debemos abrazar. 


He visto muchas voces paralizadas por el miedo o que se ponen a la defensiva, escondidos en las trincheras de sus convicciones o adosados a consignas que son un placebo para los verdaderos problemas que enfrentamos. Es verdad que el futuro parece ser más incierto que de costumbre, que el avance del populismo y las fake news son un hecho, y la crisis climática va escalando a niveles peligrosos, pero también es un hecho que estamos todos en el mismo planeta que la luna roja iluminó y hasta donde sé no hay ningún meteorito que vaya a chocar contra la tierra en el corto plazo.  Más que llorar por lo que está muriendo en nuestra sociedad, me parece que es más sano y útil ver qué cosas del pasado podemos rescatar para el futuro, qué cosas debemos cambiar y hacer distinto, para emprender con optimismo y gratitud el camino que estamos empezando a recorrer como planeta, como continente y como país. A veces es bueno soltar el control y abrazar la incertidumbre con calma y sin miedo. Me declaro en modo contemplativo, pero siempre activo, con ganas de dialogar, construir puentes y hacerme las preguntas correctas, para que cuando toque la próxima luna roja (un amigo astrónomo me sopla que es el 16 de mayo de 2022), el horizonte se vea más claro.

Rosario Navarro_ Partner IDEMAX.